jueves, 27 de septiembre de 2012

Buscando soluciones



Lo reconozco, el post que viene a continuación no tiene nada de glamur. Aviso a navegantes. Pero ya advertí que este blog tiene un punto reivindicativo.
 
 En los últimos tiempos hay un tema que me enciende a diario, y son las gestiones que el nuevo gobierno está llevando a cabo. Aburridos de ver que las protestas cotidianas (manifestaciones, huelgas, recogida de firmas, etc.) no tienen la repercusión que se espera, buscamos alternativas. Hablo en plural no porque me haya vuelto idiota y esté en fase de ese plural mayestático tan egocéntrico, si no porque en casa y en la oficina, que es donde suelo tratar estos temas, estamos buscando alternativas más adecuadas al siglo XXI.
Y es que para ser feliz hay que comprometerse, buscar soluciones y generar alternativas para arreglar todo con lo que uno está en desacuerdo. Y si te parece que eso no sirve, que las personas de a pie no podemos cambiar el mundo, aquí un ejemplo: Martha Payne, británica de 9 años de edad, ha recaudado más de 80.000 € para que unaONG construya una cocina en un colegio de Malawi, gracias a su blog NeverSeconds.


Si todavía piensas que es muy difícil y que todavía no podemos conseguir grandes cosas, aquí un botón de muestra de lo que hacen las ONG con el dinero de los socios:
- Los logros de Greenpeace. Sí, ahora todo el mundo quiere ser ecológico, sostenible y apostar en su negocio por las energías renovables. Hace solo diez años ser ecologista era un comportamiento subversivo. 
- Los logros de Amnistía Internacional. No todo el mundo está de acuerdo con que se cumplan los derechos humanos, a veces choca con políticas liberales.

- Los logros de Acción contra el hambre. Algunos creen que el dinero que se destina para combatir el hambre no llega. 

Durante la revolución feminista muchas mujeres perdieron la vida, otras fueron encarceladas, otras acosadas, etc., pero todo eso sirvió para que hoy:
- Seamos personas con entidad propia, que no dependemos de maridos o padres.
- Podemos decidir si queremos o no tener hijos.
- Podemos divorciarnos.
- Votamos.
- Trabajamos en condiciones casi iguales a los hombres.

Y además, poco a poco hemos tenido ayudas por maternidad, ventajas fiscales a la hora de crear empresa, etc., todo gracias a feministas que todavía a día de hoy hay gente que no acepta.
Actualmente una destacada figura feminista es Eve Ensler, autora de Los monólogos de la vagina y activista contra la violencia machista
Si sigues pensando que una sola persona no es capaz de cambiar las cosas aquí un interesante artículo de Ana Pastor donde menciona a Rose Parks (mujer negra que se negó a ceder su asiento del autobús a un blanco), August Landmesser (que se opuso a realizar el saludo nazi ante Hitler en 1936); o el joven anónimo de Tiananmen frente a los tanques (China, 1989).

Gracias a plataformas como Change.org ahora tenemos más visibilidad. Así que ya lo sabes, tú puedes hacer algo.

Sí, hay mucho estafador que distrae al común de los mortales de lo que de verdad importa: el dinero se dispersa y a veces acaba en bolsillos de sinvergüenzas, pero también hay gente que quiere cambiar las cosas y dejar a sus hijos un mundo mejor. Ese es uno de mis propósitos y el gobierno actual no lo pone nada fácil, posiblemente porque mis propósitos no se parecen a los suyos


Así que si con lo que veo en la foto los gobernantes ni se inmutan, por lo menos pensaré alternativas para que lo que grita la gente lo escuchen algún día.

miércoles, 26 de septiembre de 2012

Renovarse o morir

Ya lo decía Lampedusa: “Si queremos que todo siga como está, es necesario que todo cambie.” Esta paradoja me ha martilleado el fin de semana mientras reubicaba la ropa de invierno en los armarios y guardaba la de verano. Es un rito que dos veces al año se realiza con desgana en la mayoría de los hogares españoles, pero en mi caso, que no me gusta ordenar, ni recoger, ni la ropa en general, supone uno de esos momentos zen en los que debo racionalizar las cosas.

Yo que tengo dos hijas pequeñas (de 9 meses y 4 años), me las he visto y deseado para realizar este ritual con éxito: por un lado había que organizar en cajas la ropa de verano que a una no le sirve, pero que le servirá a la otra en unos años; por otro lado la ropa del verano que viene; por otra la de invierno que ahora no le sirve a una, pero le servirá el año que viene a la otra; un montón de ropa que no le vale a ninguna de las dos y que hay que reciclar (Wikimums, Percentil); y finalmente otro de ropa usada y hecha polvo que hay que tirar. Esta imagen que parece tomada por Ana Rosa en la casa de una señora con el síndrome de Diógenes cuyo armario acabara de vomitar, era mi salón el sábado.

El vestido de lunares de primer plano es el de chulapa.

martes, 25 de septiembre de 2012

Empiezo

Aquí estoy, con ganas de comerme la World Wide Web.  Veamos qué iluminaciones son capaces de salirme de la cabeza, y a qué otros seres terrestes y blogosféricos les puede interesar. Os adelanto que mis ambiciones se centran en una sola cosa: la felicidad. Ya la tengo y solo me queda mantenerla, que no será tarea fácil. Para ello quiero exprimir el jugo a todo y buscar el equilibrio (aquello de lo que tanto carezco): voy a convertirme en una mamá cuya casa huele a galletas mientras se manifiesta contra los recortes; esa trabajadora emprendedora  que pinta de azul chic la estantería de su casa. Estas son mis contradicciones, y es solo el principio.


Saludos blogeros a todas y todos, me siento muy bien en mi bitácora… cómoda.